Muchas veces entender qué es el autismo es realmente complicado, sobre todo para aquellas personas que no conocen a nadie y no lo han podido vivir en su familia o en personas cercanas. En estos casos, explicar de forma breve y comprensible qué conlleva tener Trastorno del Espectro Autista resulta una tarea compleja principalmente porque el trastorno en sí lo es.

La explicación más común es que los niños/as con Autismo tienen dificultades en la comunicación, la socialización y el comportamiento. Solemos explicar que les cuesta expresarse, jugar con otros niños/as, establecer contacto ocular, y que suelen tener rabietas frecuentes. Pero esto, señores, solo es la conducta observable, la consecuencia de algo más que ocurre por ¨dentro¨. Lo que realmente importa para poder entender qué le pasa a un niño/a con autismo no es lo que vemos desde fuera, sino lo que debemos saber de su interior, de su procesamiento, su percepción.

Por lo que es importante que comprenda los siguientes puntos:

  • Los niños/as con autismo no están en otro mundo, su mundo es el mismo que el suyo, pero a veces puede que necesitan aislarse de estímulos que les resultan dañinos.
  • Si un niño/a con autismo no le mira, le habla no es un maleducado, le cuesta mirarte y escucharte a la vez. A veces, mirarte puede provocarle malestar, o quizás no pueda procesar información auditiva y visual a la vez.
  • Cuando un niño/a con autismo se autolesiona no quiere llamar tu atención, seguramente siente dolor, rabia o frustración y no tiene forma de comunicarlo. Toda conducta tiene una función, ¡descúbrela!
  • Un niño/a con autismo no se enfada sin motivo, seguramente hubo un cambio inesperado en su ambiente predecible. A menudo muestran inflexibilidad a los cambios y actividades nuevas porque provocan en ellos angustia.
  • Los niños/as con autismo no son caprichosos con la comida, puede que presenten dificultades sensoriales gustativas que le provocan rechazo a sabores o texturas. O que tenga preferencias en comer comida de un color u otro, una forma u otra.
  • Los niños/as con autismo sí comprenden el lenguaje. Generalmente, procesan mucho mejor la información visual que la auditiva. 
  • Los niños/as con autismo SÍ tienen sentimientos, les cuesta comprender las emociones de los demás por la complejidad de las expresiones faciales y de la carga verbal asociada a las situaciones. Pueden aprender a identificar las emociones propias y de los demás.
  • Los niños/as con autismo no prefieren jugar solos, a veces no disponen de las herramientas para acercarse a otros niños/as o entender las normas de los juegos. Además, sus intereses pueden ser diferentes al resto de niños/as. ¡Los adultos podemos servir de intermediarios!
  • Si un niño/a con autismo se mueve de forma «extraña» NO es signo de Discapacidad Intelectual. Las conductas repetitivas y estereotipadas como balancearse, mover las manos o alinear son estrategias que utilizan muchas veces para compensar el caos interior que pueden sentir por sus dificultades a la hora de percibir con los sentidos: olfato, gusto, oído, vista, táctil, sistema vestibular y propioceptivo.
  • Todos los niños/as con autismo no son iguales. Lo más parecido que tienen entre ellos es que todos son niños/as. Cada uno es único y diferente. 

Adicionalmente los padres deben informarse mucho sobre cómo ayudar a sus hijos y ayudarles, por ejemplo, de las siguientes maneras:

  • Los niños con autismo mejoran con el tiempo: A pesar de que no existe cura, la mayoría de los niños autistas mejoran siempre y cuando sigan un tratamiento y se le brinden las condiciones adecuadas. Además, tienen habilidades que pueden desarrollar a medida que van creciendo.
  • Quienes padecen autismo son felices: A pesar de los obstáculos que podrían presentárseles debido a su condición, viven en su mundo feliz, esto si sus síntomas son controlados, evitando que se alteren. También pueden aprovecharse sus intereses para promover poco a poco su interacción con otros.
  • Es importante buscar apoyo: Ya que los padres pueden sentirse frustrados y estresados, por lo que necesitaran terapia para salir adelante. Una buena opción son los grupos de apoyo, ya que tendrán la oportunidad de compartir experiencias con otros padres y comprender de mejor manera la condición de su hijo.